la antesala de los vistazos

La antesala de los vistazos sirve como introducción a la Mansión Echeverri, a su lugar en el mundo, a su idioma y a sus temas. Al atravesar el umbral de la puerta, una de las primeras cosas que vemos es la obra Colombia Coca-Cola de Antonio Caro; esta sirve para localizarnos en un lugar geográfico singular y su historia violenta, simbolizada por el machete, la motosierra, el fusil y las balas que cuelgan en los muros adyacentes, y también para anticipar las superposiciones entre lo local y lo global, lo pop y lo popular, que encontraremos a lo largo del recorrido. Además, en este hall comenzamos a entender el espacio de la Mansión; como si se tratara del centro de un panóptico, desde aquí vemos muchos de sus espacios, en vistas fugadas que enmarcan algún objeto representativo de los temas que nos vamos a encontrar luego: la muerte, el acto de vestirse y transformarse en otros seres, la música y la comida chatarra, entre otros. Cada vistazo es un adelanto, una promesa que nos hace la Mansión en su lenguaje singular. En este lenguaje, a las palabras, que aparecen sobre las paredes, enmarcadas o como notas adhesivas, se les suman objetos que se organizan de distintas maneras: a veces en acumulaciones excesivas, aparentemente indiferenciadas, otras veces en colecciones organizadas, o aislados de todo lo demás. En este idioma, todo, hasta lo más pequeño y aparentemente prescindible, tiene algo que decir. Todo vale y nada es gratuito. En la Mansión, todo es perfecto.

visitar el espacio

the hall of glances

The hall of glances serves as an introduction to the Echeverri Mansion, its place in the world, its language, and its themes. As we cross the threshold of the door, one of the first things we see is the work Colombia Coca-Cola by Antonio Caro; this serves to locate ourselves in a singular geographic place and its violent history, symbolized by the machete, the chainsaw, the rifle and the bullets hanging on the adjacent walls, and also to anticipate the overlaps between the local and the global, the pop and the popular, that we will encounter throughout the tour. Moreover, in this hall we begin to understand the space of the Mansion; as if it were the center of a panopticon, from here we see many of its spaces, in fugitive views that frame some object representative of the themes that we will encounter later: death, the act of dressing and transforming into other beings, music, and junk food, among others. Each glance is a preview, a promise that the Mansion makes us in its singular language. In this language, the words, which appear on the walls, framed or as sticky notes, are joined by objects that are organized in different ways: sometimes in excessive accumulations, apparently undifferentiated, other times in organized collections, or isolated from everything else. In this language, everything, even the smallest and apparently dispensable, has something to say. Anything goes and nothing is gratuitous. In the Mansion, everything is perfect.

visit the space

View of la antesala de los vistazos
Next
Next

la sala inmortal - the inmortal living room