el baño oceánico
Este baño es un contenedor de referencias a la vida marina y al agua en general. En el nivel más literal, esto se traduce en una selección de juguetes que representan animales marinos (tiburones, pulpos y ballenas), en las imágenes de peces de las paredes y la tapa del inodoro, y en una inquietante fotografía de un surfista que acaba de ser mordido por un tiburón. La prevalencia del color aguamarina refuerza el tema acuático del baño; las baldosas, instaladas bajo la supervisión de Echeverri, los juguetes debajo del lavamanos y los marcos de los afiches de vida marina son todos de ese color. Las referencias al agua continúan de manera más abstracta. El ejemplo más poderoso es el de los objetos capaces de acumular agua en su interior: los inodoros, uno a escala real y tres en miniatura, y las suculentas, pequeñas plantas cuyas hojas siempre están hinchadas de líquido. Esta inesperada asociación de objetos está acompañada por otra, esta de tipo lingüístico, compuesta por cuatro señales en tres idiomas distintos, todas ellas anunciando objetos, actividades o entidades que involucran al agua: un rociador automático (en inglés), un acceso para bomberos (en alemán), instrucciones para lavarse las manos (en inglés) e instrucciones para no obstruir el inodoro (en inglés y español). Pero probablemente el ítem que más significados y niveles de interpretación condensa es el afiche de la fotografía “Frank, in the shower”, de Wolfgang Tillmans. En un primer momento su presencia puede resultar reiterativa y casi obvia, pues está colgada en la pared de la ducha y muestra a un hombre en otra ducha. Sin embargo, también es una imagen con valor biográfico, pues Juan Pablo tuvo que montarla y retocarla en varias de las exposiciones de Tillmans en las que trabajó. Mucho más sutil, es la forma en la que el tema acuático reaparece en el apellido del personaje retratado, Frank Ocean. Finalmente, cabe notar que, como en el resto de la casa, el baño no busca la unidad temática; hay distintos objetos, como la pañoleta de pájaros enmarcada, los imanes de emojis de las ventanas o la cabeza de Pluto de la puerta, que no se alinean con el tema acuático, pero que sí sirven para establecer un color secundario, en este caso el amarillo. En el otro baño sucede algo similar, pero con el color rojo.
This bathroom is a container of references to marine life and water in general. On the most literal level, this translates into a selection of toys depicting marine animals (sharks, octopuses, and whales), fish imagery on the walls and toilet seat, and a haunting photograph of a surfer who has just been bitten by a shark. The prevalence of aquamarine reinforces the aquatic theme of the bathroom; the tiles, installed under Echeverri’s supervision, the toys under the sink, and the frames of the marine life posters are all that color. References to water continue in a more abstract way. The most powerful example is the objects capable of accumulating water inside: the toilets, one full-scale and three miniature ones, and the succulents, small plants whose leaves are always swollen with liquid. This unexpected association of objects is accompanied by another, this one of a linguistic nature, composed of four signs in three different languages, all of them announcing objects, activities or entities involving water: an automatic sprinkler (in English), an access for firefighters (in German), instructions for washing hands (in English) and instructions for not clogging the toilet (in English and Spanish). But probably the item that condenses the most meanings and levels of interpretation is the poster of the photograph “Frank, in the shower,” by Wolfgang Tillmans. At first its presence may seem reiterative and almost obvious, since it is hung on the wall of the shower and shows a man in another shower. However, it is also an image with biographical value, as Juan Pablo had to mount and retouch it in several of the Tillmans exhibitions he worked on. Much more subtle is the way in which the aquatic theme reappears in the surname of the character portrayed, Frank Ocean. Finally, it is worth noting that, as in the rest of the house, the bathroom does not seek thematic unity; there are different objects, such as the framed bird scarf, the emoji magnets on the windows or the Pluto head on the door, that do not align with the aquatic theme, but do serve to establish a secondary color, in this case yellow. In the other bathroom something similar happens, but with the color red.